Recetas

Tarta de mango sin horno

Ingredientes

  • 400 ml de crema de leche o nata líquida 35% M.G
  • 2 mangos maduros (De 800 g. a 1 kilo aprox. las 2 piezas)
  • 100 g. de mantequilla
  • 150 g. de azúcar (unas 7 cucharadas)
  • 250 g. de galletas tipo María
  • 2 sobres de gelatina neutra Royal (10 g. cada uno)
  • 150 ml de agua
  • 250 g. de crema de queso
  • 350 g. de mermelada de mango

El contraste es perfecto, es una cheesecake fresquita, fácil de hacer y ligera. Una tarta de mango sin horno con su delicado sabor a fruta tropical resultan de lo más apetecible cuando el mango está de temporada.

El truco de la tarta es justamente la calidad de su ingrediente principal, el mango. No deben estar verdes o la tarta no sabrá a nada. Lo mejor es que los compréis muy maduros y ya comprobaréis al pelar la fruta que sólo su aroma ya alimenta. Una tarta con una combinación de sabores de esta exquisita fruta, el mango, el toque suave de la crema y el crujiente de la galleta.

Preparación de la base de la tarta de mango

  1. Derretimos la mantequilla (usad el microondas, es más rápido, a temperatura baja unos 2 minutos). Con la picadora trituramos las galletas.
  2. Si no tuvieses, en un trapo de cocina echamos las 25 galletas y envolvemos para luego las trituramos con una cucharada, tenedor o algo pesado. No te queda tan fino pero sirve igual. Añadimos por encima la mantequilla derretida.
  3. Cogemos la mezcla de mantequilla y galletas. La repartimos por la base de un molde desmontable grande. En este caso era de 23 cm. de diámetro. Si empleáis un molde más pequeño os quedará más gruesa, si el diámetro es mayor de 23 cm. más finita.
  4. Apretamos contra el fondo con la ayuda de una cuchara o con los dedos e introducimos a la nevera durante 20 minutos para que se endurezca. Reservamos hasta que tengamos que rellenar con la crema mousse de mango.

Preparación del relleno de la tarta de mango

  1. Ponemos a hidratar la gelatina (los 2 sobres de gelatina neutra, unos 10 g. cada sobre) con 100 ml de agua más o menos.
  2. Pelamos los mangos tal como os aconsejo en el vídeo anterior y cortamos en trozos pequeños. Metemos todo en una picadora o batidora (de vaso o americana) con la crema de queso y el azúcar (o equivalente en edulcorante). Batimos todo hasta que quede todo homogéneo.
  3. Una vez hidratada el agua con la gelatina la metemos en el microondas hasta que se funda. Con 15 segundos será suficiente, removemos con un tenedor o cuchara y introducimos en la mezcla anterior. Volvemos a batir hasta que quede una mezcla homogénea y cremosa. La gelatina tiene que estar bien integrada en la crema.
  4. Montaremos la nata con una o dos cucharadas de azúcar. No mucho pues la fruta ya tiene mucho azúcar y la base de galletas ya es dulce. Empleamos un bol grande. Si está frío mucho mejor, al igual que la nata o crema de leche que debe de salir de la nevera.
  5. Añadimos la nata fría al bol y batimos hasta que pase de estado líquido a una especie de crema, con un poco de espuma. Este proceso nos llevará unos 5 minutos nada más. No es necesario que esté completamente firme. Cuanto más dura esté la nata más nos costará mezclarla con el resto de la preparación y corremos el riesgo de que se baje por completo.
  6. Vertemos la nata montada a la crema del relleno de la tarta mediante movimientos envolventes, sin prisa. Utiliza una espátula o lengua de repostería hasta que esté totalmente integrada.
  7. El siguiente paso es verter sobre la base de galletas toda la mezcla que tenemos reservada. Alisamos bien la superficie con una espátula. Cubrimos con papel film para que no pille olores y sabores de la nevera. Dejamos cuajar la tarta dentro de la nevera durante un mínimo de 4 horas. Metemos de nuevo a la nevera para que solidifique la crema.

Preparación de la cubierta de mango. Montaje final

  1. El paso más complicado quizás sea la cubierta de mango. Vamos a emplear un poquito de gelatina que hidrataremos en un poquito de agua (con la mitad de un paquete, 5 gramos es suficiente).
  2. Si tenemos mermelada de mango todo será muy fácil. Si no la tenéis, podéis emplear aquella mermelada (albaricoque, melocotón, calabaza…) que más os guste. Otra opción sería preparar mermelada de mango a partir de mangos maduros, un poco de zumo de limón, agua y azúcar.
  3. Ponemos la mermelada de mango en un cazo al fuego con 50 ml. de agua hasta ebullición (o al micro directamente 2 minutos).
  4. Retiramos del fuego y añadimos la gelatina que previamente hemos calentado un poquito en el micro (12 segundos). Removemos hasta su completa disolución. Si quedan grumos, batimos ligeramente toda la mezcla para que quede homogénea.
  5. Sacamos el recipiente con el resto de la tarta ya cuajada y le añadimos esta crema. Asegúrate de que la capa superior está lo bastante dura para que no se mezcle con la cobertura. Si queremos que tenga un acabo de pastelería, sólo tenéis que preparar un almíbar ligero con agua y azúcar.
  6. Con la ayuda de un pincel le damos una capa de brillo con este almíbar y dejamos que enfríe unos minutos en la nevera. Aunque este paso es opcional. Dejamos que enfríe durante unas 5 horas en la nevera. Cuando veamos que está todo cuajado ya podemos sacar la tarta y desmoldamos. Lista para disfrutar.